lunes, 16 de mayo de 2011

Paren el mundo, que me bajo.

Me dijo que se sentía un poco solo, y que sentía la monotonía del cielo y el sol reflejados todos los días. Y que por eso a veces era tan rebelde, por que necesitaba agitarse, algún que otro movimiento para despejarse de la monotonía.
Yo le dije que estaba preocupada, que el amor viene y que nunca se va, también le dije que necesitaba sacar muchas cosas de mi cabeza y que otras entraran totalmente nuevas. Que necesitaba metas, retos, vida. También le conté que echaba mucho de menos a algo que me falta, y algo que se me iba, no lo podía perder. Me agobié tanto, que arrojé unas cuantas lágrimas más a este mar sin fondo.
¿Sabéis que me contestó?
''Soy viejo, soy sabio y vagabundo de amor. Voy buscando sirenas que puedan habitarme, y piedras y corales preciosos que me hagan algo más joven. No soy ni masculino ni femenino. Soy una copia del amor. Tus lágrimas me las llevo yo, y los buenos momentos llegaran, como la corriente siempre llega a la orilla''


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