miércoles, 17 de octubre de 2012

Nunca digas nunca pero nada es para siempre.

Mandándote a la mierda. Siendo como quería ser desde siempre.
Una cosa que me han enseñado es a no hacer daño, siempre que no me lo hagan. En esta vida yo voy primero, antes que tu y que nadie, porque yo si soy importante y tu ahora no estás en mi lista de preferencias. Ni en la de preferencias ni en la de cosas secundarias, ya no estás. No porque yo no quiera que estés, sino porque es tan súmamente simple que ni si quiera te lo mereces. Mis preferencias son aquellas que han dado unos mínimos por mi y yo estaré ahí para dar los máximos.
Fíate de quien llore por ti, del que no llore solo espérate lo peor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario