domingo, 19 de junio de 2011

SMC

Me lo dijeron, las rubias son tontas, son tan tontas, que la tontería se acaba pegando. Y creedme, es lo mejor. De día en día, de fiesta en fiesta, me lo acaba demostrando, lo que siente, su sonrisa, lo que no siente, sus lágrimas, me demuestra como es el lado de la vida que poca gente conoce, el de la felicidad. Nadie me dijo que fuera a ser fácil conocerlo, de hecho, no lo es, pero la cuestión es que me ayudó a ser quien soy hoy, me ayudó a ser la persona que quería ser, tal vez sea más bueno tal vez sea más malo, no lo sé. Fue su cumpleaños, y yo no me molesté en hacerle este detalle justo ese día, y hoy te doy lo que te mereces. Las gracias. Gracias por ser mi amiga, por ser tan tonta, tan rubia, por que tanto, tantísimo en mi vida, por que a pesar de habernos fallado mutuamente, hemos sabido perdonar, y hemos perdonado tanto que nuestro perdón es rutinario. Por los gritos, las caídas, por mí, por ti, por tus 14 años, por tu máxima felicidad al vivir la vida, por como me haces sentirme al sentir la felicidad.
¿La cuestión es ser o no ser? No, la cuestión es ser o no ser tu amiga, pocos tienen la suerte de conocerte como yo te conozco, y créeme, es lo mejor que me ha pasado en la vida.


Un día me dije a mi misma: ¿PARA SIEMPRE? Y una voz me dijo: La duda ofende. Era la tuya.

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