Evadiéndome.

Tengo los cascos puestos, al mayor volumen posible, no quiero escuchar nada más. Aún así mi corazón grita, y la tristeza sigue en mi interior, evadiéndome. Sentir como solo puedes quedarte parada, mirando como todo se va, y por mucho que grites, y grites y sigas gritando, nada vuelve.Y todo ya se ha ido, todo ya no vuelve, mejor dicho, nada de eso vuelve. ¿Lo dejé ir? No, yo corrí, y corrí, pero se fue demasiado rápido. Querida confianza... ¿Dónde quedaste? Te necesitaba... Pero ahora, ahora..¿Qué más da? Solo contengo suspiros y melancolía, y un corazón que grita, pero como dije, tengo puestos los cascos. Querida música... que haría sin ti en los peores momentos..