Más bien, mi miedo más grande. El miedo a perder, el miedo a sentirte reemplazado/a, el miedo a que te cambien por una opción B, o una C, o pasar tú a ser una de éstas. Supongop que este miedo nace cuando te han hecho mucho daño, cuando ya has perdido. Pero.. ¿Qué pasa cuando sientes este miedo y nunca has perdido? Cuando esto viene de la nada, cuando el miedo es repentino. Y día a día se intenta, se intenta parar, crear la primera base del muro, crear esos cimientos, cimientos que se llaman confianza, y confianza que ni aún buscándola en otra galaxia aparecería.
Sé que hay un camino para encontrarla, pero nunca encontraré ese camino. Siempre que pienso que soy feliz, siempre hay alguna espina que me hace pensar que no lo soy del todo. Que siempre me falte algo, o que siempre me quede apunto de conseguir ser feliz, pero nunca del todo.
Parece complejo, pero en realidad es sencillo, es intentar algo con todas tus fuerzas, y no poder conseguirlo, es como haber estudiado y suspender, pero aquí no hay segundas oportunidades, porque la vida pasa.
La vida no espera a nadie, y yo no paro de esperar cosas, yo no paro de esperarme a mi misma. Y es la vida la que se va mientras nosotros retrocedemos para buscar cosas que dejamos atrás. Pero hay veces que es esencial volver atrás para rectificar algunos errores.
Pero yo sigo aquí,sigo con mis miedos, estos miedos insuperables que no paran de hacerme pensar que acabaré siendo el plan B, o el plan Z. Nunca me consideré tan importante.
Es miedo a pasarlo mal o miedo a perder todas tus opciones y todas tus metas, solo por mantener eso que te mata, pero que es lo único que te hace sentir vivo.
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