Viajemos, pues.

Oí hablar a mi profesor de Ciencias Sociales, de como tocar el cielo, sí, el pobre está un poco loco...más bien, demasiado, aunque, yo un poco más.

Hablamos de tocar el cielo como algo imposible, y no lo es, vamos a adentrarnos en un viaje lejos, muy lejos.

Cuando sonrías, serás capaz de mirar para arriba, tan alto como para ver más allá de lo celeste, cuando muestres tu sonrisa, las las nubes se despejarán, y quedarán las justas, como para poder tocarlas con un dedo.

A continuación, ganarás, estarás en el número 1 del podium, habrás pasado la meta, y entonces, justo en ese momento, será cuando a través de ese cohete, que somos nosotros mismos, seremos capaz de tocar el cielo, sea con el dedo o incluso con la mirada.

Mi profesor de Sociales, no está muy cuerdo, tiene ideas descabelladas, y cree que Heidi habla, o que sus esquemas son los más perfectos, nos pone chirigotas hablando de reyes, incluso diciendo tacos, pero no importa, por que ahí se demuestra la locura, la locura que nos permite tocar el cielo.