jueves, 14 de junio de 2012

Stop.

Iba a tener miedo, ya lo dije. Y tener miedo prometo que tengo miedo a muchas cosas, pero a perderte.. Empiezo a temblar, y no puedo parar. Los dientes chocan rápidamente unos contra otros, como si una ola de frío se aproximara, y en mi cabeza no para de repetirse una y otra vez '¿Qué pasará?, ¿Seguirá todo siempre igual?, ¿te quedarás conmigo? ¿Hay o habrá otra? ¿Estoy haciendo algo mal?' No, no, no, no y no. Y me lo repito. No, no quiero volver a hacerme esas preguntas. No quiero, pero mi cabeza actúa contra mi voluntad, y lo pienso, una y otra vez, '¿Todo lo que dices es cierto?, ¿Sigo siendo la misma para ti?, ¿Seguimos siendo tu y yo? ¿Está cambiando?, ¿Tengo que cambiar para que no haya otra?'. No, no, no, no, y no.
Sigo sin querer pensarlo. Y mi cabeza sigue actuando en contra de mi voluntad. 
Confía, confía, confía, y confío. Al rededor las personas se van separando, la infidelidad, los celos, las peleas, toso sube, la montaña va creciendo. Y yo la miro desde lejos, todo eso me queda grande. Desconfianza, desconfianza, no. Es miedo. 
Miedo a ti, a que te vayas y me dejes a mitad del camino, siempre a medias, miedo es ver como cambias y como te vas alejando, miedo es preguntarse por qué.
A continuación me pregunto el por qué de cada uno de tus actos y palabras, y que igual son cosas mías, pero igual, son de los dos.
Y me pregunto.. ¿Por qué soy yo la que tiene tantísimo miedo?¿Será por los demás?...
Será miedo. Miedo que tu no tienes, y yo tengo por los dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario