Sigo sin querer pensarlo. Y mi cabeza sigue actuando en contra de mi voluntad.
Confía, confía, confía, y confío. Al rededor las personas se van separando, la infidelidad, los celos, las peleas, toso sube, la montaña va creciendo. Y yo la miro desde lejos, todo eso me queda grande. Desconfianza, desconfianza, no. Es miedo.
Miedo a ti, a que te vayas y me dejes a mitad del camino, siempre a medias, miedo es ver como cambias y como te vas alejando, miedo es preguntarse por qué.
A continuación me pregunto el por qué de cada uno de tus actos y palabras, y que igual son cosas mías, pero igual, son de los dos.
Y me pregunto.. ¿Por qué soy yo la que tiene tantísimo miedo?¿Será por los demás?...
Será miedo. Miedo que tu no tienes, y yo tengo por los dos.
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